logo

"De occultis” de Guadalupe Ruiz Camacho

Pintar para devenir mujer

El último cuadro es una naturaleza muerta (fig. 22), que representa un aparador, adornado con dos cuadros, y otros pequeños muebles y objetos. Puesto en el suelo, detrás de uno de esos pequeños muebles, se percibe un tercer cuadro. Pero hay, en dicha naturaleza muerta, un elemento insólito: acostado sobre el aparador, un cuerpo de mujer, totalmente pintado de rojo, se desliza y penetra en el espacio supuesto entre un cuadro puesto en el aparador y la pared. De esta manera, la mujer parece entrar en el espesor del cuadro. La cabeza y lo alto del busto están escondidos por el cuadro. Un acercamiento se establece por el color entre el cuerpo de la mujer y dos formas redondas, posiblemente manzanas: son los únicos elementos rojos en el cuadro. ¡No es que el cuerpo de la mujer sea un postre de comer como manzanas! Hay el riesgo de que la lectura del título sin una observación atenta de la imagen provoque tal interpretación, la cual sería en contradicción no sólo con el concepto de este cuadro, sino también con el tema de toda la obra de Guadalupe.

En nuestra opinión, ese cuadro nos proporciona un resumen del tema desarrollado a lo largo de la obra. Como decía Simone de Beauvoir, no se nace mujer, se lo deviene. Lo que pasa en la relación de Guadalupe con la pintura, es que la artista utiliza la pintura como un medio para devenir mujer, cada vez más mujer, esto es, para conocerse a sí misma. Eso es lo que enseña concretamente esa imagen de la mujer entrando en el cuadro. Ahora sí, entendemos la relación con las manzanas: en el simbolismo del Paraíso terrenal, son la fruta del conocimiento.

Para terminar, podemos añadir una anécdota que permite entender el título de ese cuadro. En la ocasión de una comida en casa de Guadalupe con su esposo Edgar Miranda Ortíz – comida que nos había preparado con todo cuidado Guadalupe misma -, los tres estábamos hablando de la creatividad artística. Era el momento del postre, y en medio de risas, se formuló – no sé quién lo dijo primero – la frase En casa del artista postres en la pared. No será que la gelatina – me acuerdo muy bien de ese postre tan mexicano que no practicamos en Europa – se encontrara en la pared, sino que toda la experiencia de vida de la artista (¡hasta la preparación de un postre!) entra de alguna manera en su pintura, produciendo un nuevo conocimiento de la identidad femenina.