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Pintar la alegría de ser mujer

Exposición “De occultis” de Guadalupe Ruiz Camacho

Nicole EVERAERT-DESMEDT

Una pintura figurativa de interpretar

De la pintura de Guadalupe Ruiz Camacho se desprende antes que nada el placer de las formas y los colores, que se organizan en unas composiciones sorprendentes, todas diferentes. La artista ha integrado en su manera de pintar los varios movimientos de vanguardia modernos y los explota con mucha creatividad. Su pintura es, pues, decididamente posmoderna.

Es una pintura figurativa, pero de una figuratividad que requiere ser descifrada e interpretada. Los títulos que acompañan los cuadros nos proponen qué mirar para empezar, qué buscar en la imagen para interpretarla. Se trata de una búsqueda: la imagen no desvela de entrada todo su contenido.

Alegría entre mujeres

La impresión general, la idea principal que circula de un cuadro para otro es la alegría de ser mujer, de vivir en su cuerpo (El ritmo de un cuerpo, fig. 1; Mar y sol, fig. 2), y de compartir dicha alegría con otras mujeres (Entre mujeres, fig. 3).

En Talón de mujeres al viento (fig. 4), no hay tan sólo un talón, sino un torbellino de talones que aparecen poco a poco conforme nuestra mirada se desplaza en el cuadro. Bailan, esos talones, se lanzan al viento, pero ¡cuidado!, porque pueden también dar coces, así como lo sugiere una mujer caballo, armada de cuatro talones. Además, ¿acaso no es un casco de caballo, lo que se percibe en la larga zona gris y blanca en el centro del cuadro?