El tercer suceso que ocurre en la foto es distinto de lo que pasa en el cuadro de Magritte. En la foto, no se trata de un objeto que hubiera perdido su función (como los cascabeles de Magritte).
Todo lo contrario : un elemento, que normalmente debía perder su función en la casi calavera, la mantiene. De hecho, los ojos, que miran con asombro, siguen muy vivos.
Y el título pone de realce el movimiento de los ojos : Nunca deja de sorprendernos.
3. Conclusión
Mientras los cascabeles en el cuadro de Magritte ya no funcionan, son mudos, son muertos en cuanto cascabeles; en la foto de Antonio Galindo, la mirada sigue funcionando, se asombra, es viva, pues, hasta en el acercamiento a la muerte.
Por lo tanto, esta foto nos da a pensar en la Muerte como una Muerte viva. Pero, ¿cómo se puede llegar a la Muerte viva? La contestación se encuentra en la foto, por el rostro vivo mirando con asombro. Para llegar a la Muerte viva, hay que vivir en cada momento una Vida viva, es decir una vida con capacidad para el asombro.
