La piel quitada del rostro aparece como una máscara, y ya no sabemos cuál es el rostro, y cuál es la máscara : la identidad tiende a perderse bajo el efecto del desdoblamiento.
Podemos entender el título de otra manera : no sólo el secreto es doble, sino que también el doble es secreto, es decir, el personaje lleva dentro de sí su doble que está escondido bajo su piel. Como debe ser, el personaje y su doble son de la misma naturaleza : la superficie ondulada con cascabeles es como el rostro con sus elementos. El corte es tan claro que el espectador está invitado mentalmente a "pegar el trozo", o más bien a poner en su lugar la máscara. El espectador hace mentalmente un movimiento de ida y vuelta, sin fin.
Así, se puede decir que el espectador se encuentra inmerso en un doble proceso mental, de marcha hacia adelante (seguir quitando los velos), y de marcha hacia atrás (pegar el trozo, volver a poner la máscara).
Los cascabeles son despojados de su función, pues de su significación adquirida, en beneficio de su mera presencia. Son devueltos al misterio. Un objeto que pierde su función pierde su identidad. El título cobra un tercer sentido : uno que guarda un secreto calla, no habla, lo que es el caso del rostro mudo, inexpresivo, así como de los cascabeles que están reducidos al silencio. De hecho, fijados en la superficie, no pueden hacer ningún sonido, tienen que callar.