El interior de su cabeza no es lo que le han dicho, no es "una masa gris y blanca"...
Sin embargo, para Magritte, no es tampoco el paisaje evocado por Nougé. No es cualquier cosa que a uno le guste inventar. La propuesta de Magritte es más simple, menos extravagante que la de Nougé. Para Magritte, se trata de plantear el problema del interior de la cabeza : ¿Qué hay detrás del rostro?
Magritte siempre trabaja muy rigurosamente. Plantea, según el mismo dice, problemas de objetos. Es decir que busca, por cada objeto considerado, otro objeto que tenga con el primero afinidades profundas pero ocultas. Y cuando la única respuesta exacta se encuentre, dice Magritte, el acercamiento entre los dos objetos es asombroso.
Aquí, según su método, Magritte busca otro objeto que tenga con el rostro afinidades profundas pero escondidas, desconocidas, que la imagen de repente revela... La respuesta es inesperada, pero es lógica, coherente en relación con la pregunta, evidente una vez que se ha encontrado. De hecho, bajo la superficie ondulada del rostro aparece otra superficie ondulada que presenta, como el rostro, excrecencias : los cascabeles son excrecencias, como los ojos, la nariz y la boca en el rostro.
Pero, ¿qué hay bajo esa otra superficie? El secreto no es desvelado; al contrario, se desdobla, ya que bajo el primer velo se encuentra otro velo. Como dice el título, el secreto es doble.